The Cure - Bloodflowers

The Cure - Bloodflowers

Soy fanático de The Cure desde mis primeros días de depresión adolescente. Robert para mi no es un cantante, es un amigo. Todo esto me lleva a no ser objetivo con esta banda, pero durante los 90 me vi obligado a serlo ya que las sorpresas fueron varias. Wish -el primero que compré en CD, antes eran vinilos- me agarró mal parado, por esos días me había alejado un poco de la banda, y encima volvieron con un disco algo flojo, así que me llevé una sorpresa fulera. Wild Mood Swings ni siquiera lo compré, y así fue como descarté al The Cure de los 90 y seguí escuchando lo que para mi es la gran trilogía de la tristeza: Seventeen Seconds - Faith - Pornography.

Y claro, las espectativas de algo llamado "la vuelta de The Cure al dark" fueron enormes. Así que compré el disco, le puse ganas al escucharlo y me encontré con -finalmente- una buena sorpresa.

Es un disco profundo, enorme, oscuro pero de infinitas tonalidades de grises. Y noto en él un gran esfuerzo: Robert, Simon & Co. ya no son pibes, ya se les pasó la época de "el mundo apesta y yo no sirvo para nada". A mi también se me pasó. Bueno, casi. Y en este contexto, estos cuarentones me proponen nuevamente una sensación que ya conocía, que me resulta muy familiar y que me siguió como mi sombra durante muchos años: el dolor, la desesperación. Y el saber que, tanto en Robert como en mi, esos sentimientos pueden ser actuales y no sólo un plagio al pasado me renovó la esperanza - por más insensato que esto suene.