Hacía mucho tiempo que no la seguía a la Tanya. Lo último que escuché con atención fue "Star" de Belly, y después "King" lo compré pero no le di mucha pelota. Este disco me encantó, es muy dulce (ella es una dulce) y por momentos bastante experimental. Lo único que queda del rock indie de fines de 80s - principios de 90s es algo del sonido de las guitarras, lo demás está muy renovado y da gusto. Las canciones son hermosas y dan cátedra de buen gusto. Una gran sorpresa, realmente.