Opeth - Deliverance

Opeth - Deliverance

Los suecos lo hicieron de nuevo. Después del bajón de Blackwater Park -en el cual las aspiraciones no eran tan altas-, estas bestias vuelven más hambrientas de perfección y divinidad que nunca y dejan bien en claro que su fin último es ser temidos y venerados. A estos tipos me los imagino totalmente pedantes, insufribles. La música que hacen es pretenciosa y complicada. Claramente intentan ser la mejor banda del mundo, ser únicos, ser odiados, amados y respetados. Quieren ser los mejores y reducir al resto a pobres intentos mundanos destinados al fracaso.

Quieren ser Dios.

Con Deliverance, lo han logrado una vez más.