Yo veo Sanremo de principio a fin pero, aunque me ha servido para conocer artistas que me encantan, no recuerdo haber dado con algo realmente extraordinario. Irragiungibile, la canción que presentó L'Aura este año me pareció una hermosura y ella una cantante muy particular, aparte de las similitudes con Elisa que comentaba antes. De hecho, en el primer tema de este disco, Demon, L'Aura canta tan pero tan igual a Elisa que me asustó. La canción es espectacular, pero hubiera sido una lástima si el resto se quedaba en ese estilo. Felizmente, no se queda ahí.

Okumuki despega y vuela alto hasta convertirse en un disco construído de manera obsesiva y desbordante de lujos y sutilezas. Los caminos de sus melodías son bellos pero complicados, se abren en un árbol de caminos que hay que seguir con atención. La voz de L'Aura es de una dulzura extrema, se quiebra con dolor, parece llorar, cantar acurrucada en un rincón y si cerrás los ojos para parpadear, al abrirlo seguramente la encuentres de pie. Sus canciones cambian de ritmo y aspecto de manera brutal (Piove es un ejemplo perfecto), igual que tu ánimo mientras las escuchás.