Yo estaba convencido de que Lake Of Tears no existía más, al menos eso dijeron luego de la salida de Forever Autumn. No tengo pensado reclamarles que hayan decidido seguir, al menos por un disco más el cual, por lo que estuve leyendo, era lo que les faltaba para completar el contrato.

Me fascina Lake Of Tears y este es un gran disco. Está en algún punto intermedio entre la tristeza de Forever Autumn y el rock más simple de A Crimson Cosmos. Pero los tipos tienen un sonido increíble y Daniel Brennare una voz de registro muy limitado y un color totalmente personal y apasionante.

The Neonai no resulta un buen disco para conocer a Lake Of Tears pero es absolutamente indispensable para los fans, quienes van a disfrutar de estas canciones porque son excelentes y, además, las últimas.

A modo de despedida, el último track es un collage de las melodías clave de la historia de la banda que si te agarra algo melancólico te puede llegar a arrancar lágrimas.