Dolcenera se va a convertir en una artista clásica de la canción italiana, no le queda otra, ese es su destino, porque está haciendo todo para conseguirlo. Su voz es la expresión más impactante del estilo y sus canciones son imprescindibles para explicar todo lo bueno que tienen los tanos con su simple pero inconfundible estilo.

En Un Mondo Perfetto, Dolcenera supera con grandeza la angustia del segundo disco. Vuelve con sus power ballads de melodía encantadora y se le anima a la dificilísima "Sei Bellisima" de Mia Martini con un crescendo arrollador y un sentido trágico tal que se le puede dar esa gran canción en custodia exclusiva por mucho tiempo.